La bioseguridad en una explotación ganadera consiste en un conjunto de medidas preventivas destinadas a impedir la entrada, circulación y diseminación de un agente patógeno determinado. Para ello, se pueden implementar diferentes actuaciones incluyendo, desde cambios en el manejo y programas de formación del personal, hasta grandes inversiones en instalaciones. No obstante, debido a la situación particular de cada ganadería, hay que evaluar específicamente los riesgos y diseñar un programa de bioseguridad acorde con la normativa vigente y que resulte efectivo, práctico y viable. Esto aún no se ha hecho en ganaderías intensivas porcinas en relación con el riesgo de entrada por parte del jabalí en el interior del vallado perimetral.

En este proyecto en las explotaciones porcinas de las zonas donde se seguirán jabalíes mediante tecnología GPS-GPRS, se evaluará los riesgos de contacto indirecto con jabalí (que pueden estar asociados principalmente al uso de los recursos de la ganadería por el jabalí, ver figura de abajo). En base a ellos, se propondrá un protocolo para implementar programas de bioseguridad específicos para cada ganadería y frente a este riesgo en concreto.

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Figura. En esta figura se muestran distintos elementos de una explotación intensiva en Murcia (A=nave, B= parcela campeo, C=embarradero/charca), así como potenciales puntos de riesgo (D=traslado de animales, E= gatera en vallado perimetral, F= baña en balsa de purines).

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Las estadísticas de caza, en el caso del jabalí y otras especies cinegéticas, son probablemente las más abundantes y distribuidas fuentes de información potencialmente comparable a lo largo de Europa, y particularmente en España. Sin embargo, para poder hacer un uso generalizado de ellas es preciso calibrar las densidades obtenidas a partir de datos de caza de alta calidad (que al menos cuentan con medida del esfuerzo de caza) con métodos independientes y fiables.

Para ello, vamos a comparar las densidades obtenidas mediante estadísticos de caza colectiva frente a un método independiente y fiable (REM, REST, DS) en 10 poblaciones de jabalí de España con diversidad de hábitats y prácticas de caza. Los cotos se seleccionaron representando la mayor variedad posible de hábitats presentes en la Península Ibérica. Además, se escogerán cotos de caza en los que se garantice que el estudio se podrá completar sin imprevistos, para lo cual es necesario contar con una persona responsable de la vigilancia del área de estudio. Esta calibración será esencial para el uso y armonización en la recogida de los estadísticos de caza en el futuro.

La encuesta o ficha de toma de datos utilizadas para este estudio están conformadas por varias preguntas sencillas que tratan de conocer el número de jabalíes vistos por los cazadores y los animales que han sido abatidos de los previamente vistos. Además, incluye el esfuerzo de dicha cacería, que se valora en base a la superficie batida, el tiempo que duró la batida, el número de puestos, el número de batidores y el de perros utilizados. Por otra parte, la encuesta incluye la pregunta de si la mancha de caza (es decir, el área en el que se desarrolló la actividad cinegética) fue previamente cebada para la ocasión o si se realizó una búsqueda de rastro previa a la organización de la jornada de caza (ver abajo).

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En la siguiente figura se muestra una secuencia de imágenes del proceso de instalación de una cámara de fototrampeo con el protocolo que nos permitirá estimar densidades en una de las zonas de estudio.

El conocimiento del comportamiento espacial del jabalí en el entorno de ganaderías de cerdo blanco para determinar el riesgo asociado al uso de los recursos ganaderos (ya hecho en cerdo extensivo Ibérico) es necesario para determinar si la bioseguridad que actualmente se aplica en éstas es suficiente para impedir todo tipo de contacto, incluidos los indirectos. La evidencia apoya que el contacto directo entre cerdos domésticos y jabalíes, y el consumo de alimentos contaminados, son las principales vías de transmisión del virus de la PPA a los cerdos domésticos. Sin embargo, existe necesidad urgente de investigar la probabilidad de contactos indirectos pero efectivos entre jabalíes y cerdos domésticos en explotaciones ganaderas intensivas, de directo impacto en la aplicación de medidas que reduzcan el riesgo. Además, esta experiencia puede aportar datos predictivos de los desplazamientos de jabalíes asociados a actividades humanas como labores agrícolas, o ambientales como el desbordamiento de los ríos.

Se realizará seguimiento con tecnología GPS-GPRS en al menos 10 jabalíes en proximidad a ganaderías porcinas intensivas. Se capturarán animales para dotarles de un sistema de seguimiento mediante collares con tecnología GPS-GPRS (ver los detalles en Barasona et al. 2014). Este seguimiento permitirá describir el uso de los recursos ganaderos por parte del jabalí, centrándonos en ganaderías intensivas.  La captura de jabalíes silvestres se realizará mediante jaulas trampa y teleanestesia. Se usarán jaulas portátiles de 3×1.2 m probadas con éxito en jabalí (Barasona et al. 2014). Los collares tendrán una programación por la que determinarán su posición cada 30 minutos.

En la siguiente figura se muestra un ejemplo de las trampas empleadas para la captura de jabalís en nuestra zona de estudio en Murcia y uno de los ejemplares capturados hasta la fecha. En esta actividad contamos con la colaboración del gobierno de la Región de Murcia y la Federación de caza de Murcia, así como de Capturcaza y del grupo ganadero de explotaciones el Francés S.L.

Figura que muestra varias imágenes de la captura del individuo AB506. A= jaula trampa, B= equipo colaborador con jabalí capturado, C y D= individuo AB506 durante su marcaje con un collar GPS de la empresa Digitanimal S.L.

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El GO PREVPA ha organizado tres talleres especializados en formato online; “Innovación en bioseguridad para la reducción de riesgos asociados al jabalí”, “Innovación en mejora de la eficacia cinegética para la regulación de poblaciones de jabalí” y “Aspectos positivos de la caza y papel del cazador y ganadero”. Los talleres se han desarrollado a lo largo de nueves jornadas, de una tres horas y media de duración cada una. 

El balance de estos talleres es de casi 1200 participantes inscritos, provenientes de distintas entidades de los colectivos ganadero y veterinario, subsector cinegético, así como personal de las administraciones públicas. Por su parte, el panel de ponentes estuvo compuesto por una veintena de expertos en la materia, conformado por investigadores especializados en sanidad porcina y gestión poblacional y sanitaria del jabalí, además de representantes del colectivo veterinario, administraciones públicas, tanto estatales como autonómicas, y de los sectores ganadero y cinegético.